¿Es el lenguaje humano una innovación sólo de nuestra especie?
Por: María Camico
Resumen:
El origen del lenguaje humano ha sido un tema muy debatido en numerosos campos de estudioy particularmente desde la antropología ¿Es la Facultad del Lenguaje un rasgo único del Homo sapiens o fue compartido por otras especies de nuestro árbol filogenético? Las investigaciones sugieren que esta capacidad psicológica y cognitiva es un rasgo derivado sólo en Homo sapiens.
Como casi todo lo relacionado con la evolución humana, el origen de los humanos anatómicamente modernos (HAM), también es objeto de polémica. Sin embargo, en los últimos años, dos hipótesis han sido las más debatidas: la hipótesis Multirregionalsugiere que en diferentes zonas geográficas, grupos de Homo erectus evolucionaron independientemente y en paralelo hacia el Homo sapiens (Cela y Ayala, 2013:514) y la teoría Desde África, la más aceptada en la actualidad, expone que el origen de los sapiens se remonta hasta una población inicial de Homo erectus/ergaster en África y que la bifurcación entre poblaciones africanas y no africanas sucedió hace 100.000 años según el ADNmt y 200.000 años según el ADN nuclear (Cela y Ayala, 2013:655).
Estudios realizados desde la genética de poblaciones, parecen indicar que el desplazamiento de los grupos humanos y de los grupos lingüísticos siguen en cierta medida, un desarrollo paralelo. Investigadores han analizado el árbol filogenético de un número determinado de poblaciones humanas en el que han podido observar que las agrupaciones genéticas se superponen - con pocas excepciones- al agrupamiento de las lenguas (Cavalli Sforza, 1992).
Atkinson (2011) analizó 504 lenguas humanas y observó que el número de fonemas disminuye proporcionalmente según las poblaciones se encuentren a mayor distancia de África. Esto situaría el origen de todas las lenguas en el África subsahariana.
Pero ¿En qué momento de nuestra historia como especie surgió la facultad del lenguaje? Esta pregunta representa otro de los grandes debates en paleoantropología, conjuntamente con la posibilidad de que esta capacidad haya sido compartida por otros homininos. El caso neandertal es particularmente interesante al ser la especie filogenéticamente más próxima al Homo sapiens. El análisis de su endocráneo, muestra marcas cerebrales correspondientes al área de Broca y Wernicke, que están relacionadas con la comprensión y producción del lenguaje (Arsuaga y Martínez, 2009).
También el conjunto vocal supralaríngeo de los neandertales, descrito por Philip Lieberman parece indicar que estos presentaban un tracto vocal parecido al de los niños y chimpancés, por esta razón parecería que estaban incapacitados para la producción de lenguaje articulado como el de los humanos modernos, puesto que la posición baja de la laringe, es uno de los elementos que haría posible el habla moderna (Lieberman et. al, 1992).
Para Mcbearty y Brooks (2000) la presencia en el registro arqueológico de objetos como herramientas o arte, son indicadores de la capacidad para el pensamiento complejo. La tecnología Musteriense asociada al neandertal, desarrollada hace 125.000 y 40.000 años, representó una innovación tecnológica con respecto al Achelense (Balari et al. 2008). Balari y colaboradores proponen que luego de su aparición, prevaleció la estasis cultural durante al menos 100.000 años, lo que parece coincidir con la llegada del Homo sapiens a Europa. A partir de aquí se observan cambios graduales en la confección de útiles de piedra y el surgimiento de elementos inequívocamente simbólicos asociados con la cultura Chatelperroniense, como los del yacimiento de la Grotte du Renne, queposee ricos niveles arqueológicos en los que se han recogido utensilios de hueso, adornos personales y elementos líticos. El debate gira en torno a si estos elementos culturales son una transmisión de los HAM a los neandertales o si fue una invención independiente de estos últimos. Por otro lado, Dennett (1996) ha indicado que el estatismo de la cultura neandertal supone que esta especie no poseía la capacidad cognitiva que hace posible imaginar el futuro, característica fundamental para el desarrollo del lenguaje en sentido moderno. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que primates como los bonobos y los orangutanes presentan esta capacidad de planear para el futuro, lo que sugiere que esta habilidad habría evolucionado hace cerca de 14 millones de años como mínimo, cuando todos los grandes simios compartían un ancestro común (Mulcahy y Call, 2006).
También el ADN fósil ha indicado que los Homo neanderthalensis poseían el gen FOXP2 vinculado a los procesos mentales involucrados con la producción del lenguaje. De acuerdo con Krause (2007) y colaboradores, hace 260.000 años aproximadamente, se produjo la sustitución de dos aminoácidos en FOXP2 que separan la versión humana de su homólogo en chimpancés y que también se encontraba presente en los neandertales. De esta forma, si el gen FOXP2 fuera el único responsable de la facultad del lenguaje, cabría esperar que los neandertales tuvieran las mismas capacidades de los HAM para la producción lingüística. Sin embargo, este gen también se vincula con la embriogénesis de órganos como el corazón, los pulmones y el intestino. La expresión de un determinado gen en una especie determinada, no es indicador de la misma función en otra especie distinta.
Parece no haber evidencias definitivas que puedan indicar que otros miembros del género Homo hayan sido capaces de producir lenguaje en sentido moderno. Charles Hockett (1960), describió una serie de características que hacen del lenguaje un rasgo distintivo de los seres humanos. La más destacable de ellas es la dualidad de patrón, que permite tener dos niveles de articulación: en el primer nivel se emplean unidades carentes de significados, los cenemas y en el segundo se emplean estos cenemas para formar unidades con carga semántica, los pleremas.
Estas características, entre otras, como la productividad y la reflexividad, sólo se han observado en nuestra especie. Algunos animales poseen sistemas de comunicación discretos, empleando unidades no significativas para emitir señales. Por ejemplo, los monos tota (Chlorocebus aethiops) poseen llamados de alarma acústicamente diferenciables para identificar a depredadores como felinos, aves o serpientes. Sin embargo, no se ha demostrado que estos sistemas de alarma posean otra finalidad que no sea advertir el peligro (Seyfarth y Cheney, 1993).
Cualquiera que haya sido el origen de las capacidades lingüísticas de los seres humanos, representó un paso importante para la organización conceptual de la realidad que poseemos y que nos diferencia como especie de otros animales. No se puede rechazar que otras especies de homininos hayan tenido la capacidad para la producción lingüística, y es necesario continuar realizando estudios interdisciplinarios que nos acerquen más hacia la compresión del origen de esta apomorfia.
Referencias
Arsuaga, J.L. Martínez, I. (2009). El Origen del Lenguaje: la evidencia paleontológica. Munibe. 60. 15-16.
Atkinson, Q. (2011). Phonemic Diversity Supports a serial founder effect model of Language Expansion from África. Science. 332. 346- 348. 1199295.
Balari, S., Benitez- Burraco, A., Camps, M., Longa, V., Lorenzo, G., y Uriagereka, J. (2008). ¿Homo loquens neanderthalensis? En torno a las capacidades simbólicas y lingüísticas del Neandertal. Munibe. 59. 3-24.
Cavalli Sforza, L. (1992). Genes, Pueblo y Lenguas. Investigación y Ciencia. 184. 4 -11.
Cela, C., y Ayala, F. (2013). Evolución Humana: El camino hacia nuestra especie.Madrid. Alianza editorial.
Dennett, D. (1996). Kinds of Mind. Toward an Understanding of Consciousness. New York. Basic Books.
Krause, J. et. Al. (2007). The derived FOXP2 variant of modern humans was shared with Neandertals. Current Biology. 17 .1908-1912.
Lieberman, P., Laitman, J.T., Reidenberg, J.S., y Gannon, P.J. (1992). The anatomy, physiology, acoustics and perception of speech: essential elements in analysis of the evolution of human speech. Journal of Human Evolution. 23. 447-467.
McBrearty, S., y Brooks, A. (2000). The revolution that wasnít: a new interpretation of the origin of modern human behavior. Journal of Human Evolution. 39. 453 – 563.
Mulcahy, N., y Call, J. (2006). Apes Save Tools for future use. Science. 312. 1125456
Seyfarth, R., y Cheney, D. (1993). Mente y significado en los monos. Investigación y Ciencia. 197. 66 – 73.
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