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Si queremos lograr una cultura más rica, rica en valores de contrastes, debemos reconocer toda la gama de las potencialidades humanas, y por lo tanto tejer una sociedad menos arbitraria, una en la que la diversidad del regalo humano, encuentre un lugar adecuado." Margaret Mead

noviembre 18, 2014

¿Por qué el rosa es de niñas y el azul de niños?

¿Por qué el rosa es de niñas y el azul de niños?

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(JeongMee Yong/Getty Images).
Al fotógrafo JeongMee Yong le sorprendió que su hija de 5 años sólo quisiera ropa y juguetes de color rosa, y se comenzó a interesar por cómo fabricantes y publicistas segmentan su oferta por género. Esto le llevó a crear The Pink & Blue Project, una serie de fotografías de niños y niñas mostrando sus posesiones rosas y azules que se hace viral en internet de forma recurrente cada cierto tiempo.
No es un patrón exclusivo de la infancia: una visita a un centro comercial puede confirmar que muchas empresas creen que vender productos a mujeres consiste en pintar de rosa el embalaje.
Pero lo cierto es que este color no está asociado biológicamente al sexo femenino, ni mucho menos. Es una convención arbitraria que ni siquiera tiene una historia tan larga como podría parecernos. En Pink and Blue: Telling the Girls From the Boys in Americala historiadora Jo B. Paoletti explica que en Estados Unidos no se usaron los tonos pastel para los bebés hasta la Primera Guerra Mundial: antes se optaba simplemente por el blanco.
Además, por aquel entonces el rosa era el color de los niños, al ser "más decidido y fuerte", mientras que las niñas debían vestir el azul, “más delicado y amable”. Hay que tener en cuenta que el rosa se asociaba al rojo, el color de la sangre y del vigor.
Las comillas son de un artículo de la revista profesional para minoristasEarnshaw’s, citado por Paoletti, pero también publicado en el Ladies’ Home Journal, según recoge The Guardian. Este diario añade además un fragmento de un texto de The Sunday Sentinel (1914), que aconseja “el rosa para el niño y el azul para la niña, si se siguen las convenciones”.
Los tonos pastel (tanto azul como rosa) también eran los habituales para los bebés europeos. Y cuando se diferenciaba, no siempre se seguía el critero actual. Los orfelinatos franceses utilizaban el azul para los niños y el rosa para las niñas, pero en Bélgica, Suiza y parte de Alemania era al revés. De hecho, Eva Heller explica en su libro Psicología del color que en Alemania esta distinción no nace hasta los años 20 y no se generaliza hasta los 70.
En Estados Unidos empieza a asentarse esta diferencia después de la Segunda Guerra Mundial. En 1927 Time publicaba un cuadro que detallaba cuál era la oferta preferente de colores en grandes almacenes estadounidenses, que también recoge Paoletti. Esta tabla refleja que el criterio todavía no estaba claro (aunque se estaba buscando uno). Eso sí, el 60% de los grandes almacenes prefería el rosa para los niños.
Pink
En Cleveland no odiaban el azul (Fuente: Gender Mystique).
A partir de los años 80, el rosa se impuso definitivamente en la paleta de colores en miles de productos para niñas, desplazando a otras alternativas. Hasta el punto de que según Paoletti, en lo que se refiere a este tema hay mucha más diferenciación por sexos ahora que hace décadas.
Es decir, no hay raíces ancestrales que justifiquen estas preferencias. Y tampoco hay razones genéticas. Los niños de menos de dos años prefieren los colores intensos como el rojo y el azul, según Anne Fausto-Sterling, y no los colores suaves y pastel.
Hay un estudio (uno) que sugiere que las mujeres prefieren los tonos rojos, liláceos y rosados, al ser ellas las encargadas de recolectar fruta hace miles de años. Además, también sería útil para observar cambios de tono en la piel de sus hijos y detectar una posible fiebre.
Pero estas explicaciones son meramente especulativas: el estudio identifica preferencias y no habilidades perceptivas, y también recuerda que el color favorito de la mayoría de personas (hombres y mujeres) es el azul, lo que estaría relacionado, al parecer, con la importancia que tuvieron para nosotros el cielo claro y las aguas azules y limpias.
De hecho, las preferencias de colores entre hombres y mujeres son similares: en general y según una encuesta de Eva Heller, también publicada en Psicología del color, nos gustan el azul, el verde y el rojo, y nos desagradan el marrón, el rosa y el gris. El rosa sólo es el color favorito de menos del 5% de las mujeres. Aunque hay que considerar una posible reacción en contra a la hora de contestar a esta encuesta, ya que el rosa se asociaría a los estereotipos existentes al respecto.
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Flamencos sorprendidos después de saber que el rosa es el color favorito de menos del 5% de las mujeres.
No hay que olvidar que las convenciones sobre los significados de cada color son arbitrarias, además de cambiar con el tiempo. Así, el rojo se suele identificar con la vida, la salud, el vigor, al ser el color de la sangre. Parece casi lógico, pero se trata de un sesgo: asociamos las características de cosas diferentes simplemente porque se parecen. 
A veces la connotación del color ni siquiera tiene que ver con alguna semejanza física: el púrpura se asocia a la nobleza y a los reyes simplemente por lo caro que resultaba conseguir este tinte.
Por supuesto, estos significados dependen en muchos casos de la cultura en la que estemos. Yellow en inglés también significa cobarde, (a Judas se le vestía en muchos cuadros con este color), pero también se asocia al sol y por tanto a la felicidad y a la nobleza (como en Egipto y China).
Es cierto que la sensibilidad al respecto está cambiando. Poco a poco. Un ejemplo famoso: esta niña que en las Navidades de 2011 manifestaba su disconformidad con las opciones de colores en la juguetería.
"The companies making this try to trick the girls into buying pink stuff instead of stuff that boys want" ("La empresa que fabrica esto quiere engañar a las chicas para que compren cosas rosas en lugar de cosas que los niños quieren").
Por no hablar de las críticas que recibió LEGO cuando lanzó su línea Friends, orientada a niñas y con tonos rosa en las cajas.
Pero lo cierto es que el éxito de ventas de esta línea de juguetes fue rotundo. Y también sigue siendo fácil saber qué paquetes son para niños y cuáles son para niñas en esta foto del almacén de Amazon en Madrid.
Amazon
(Foto: Delia Rodríguez).
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El rosa era un color masculino y el azul, femenino

La pequeña que sería la reina Victoria


Todos hemos escuchado alguna vez eso de que el rosa es el color de las niñas y el azul el de los niños. Hemos creído que siempre ha sido así y hasta tal punto llega la cosa que cuando vemos a un hombre con una camisa rosa (últimamente se han puesto de moda) nos parece raro.

Sin embargo hubo una época en la que el rosa era el color masculino por excelencia y el azul era una tonalidad inequívocamente femenina. Pero vamos a explicarnos mejor.

Si vemos un cuadro de una familia real anterior al siglo XX es muy probable que veamos a algún bebé vestido de rosa. No es la hija del rey, sino el príncipe heredero . Antiguamente el color de los reyes era el rojo tanto por su simbolismo como por el hecho de que el tinte de este color era tan caro que sólo podían permitírselo las testas coronadas. El rosa, por tanto, era algo así como un "rojo de baja graduación"que identificaba al varón destinado a ser el sucesor al trono.

Por otra parte el color azul se identificaba con la Virgen María. El porqué de esta tonalidad se debe, según algunos, al color de algo tan puro como lo es el cielo de las buenas almas; pero para otros la razón de que la Virgen vistiera un manto azul se debía a que este pigmento era el más caro y lujoso después del rojo. Sea la razón que sea el azul acabó convirtiéndose en el color de la pureza virginal, algo típicamente femenino en épocas no tan lejanas. (Por cierto y volviendo al tema de los príncipes: la niña que véis en la foto de arriba llevando una cinta azul es la reina Victoria de Inglaterra de pequeña)

Así visto hasta nos parece lógico que el reparto de colores por sexo no fuese de otra manera, por lo que nos preguntamos cuándo se produjo la inversión y por qué niños y niñas acabaron intercambiándose los tonos.



Fue hacia 1920 (históricamente antes de ayer). Tras la Primera Guerra Mundial se hizo patente que los usos de la guerra habían cambiado y una de las primeras transformaciones debido a ello la sufrieron los uniformes. Hasta entonces eran elegantes y vistosos, pero las trincheras, el uso de carros de combate y la importancia creciente del camuflaje obligaron a dejar de usar colores como el amarillo o, precisamente, el rojo. Debido a esto este tono dejó de ser el color de algo tan "masculino" como la guerra, por lo que ya no era preciso vestir a los niños de rosa.

También tuvo que ver un cambio en la moda infantil: se empezaron a llevar los trajes de marinerito y, claro, eso significaba empezar a usar el azul reglamentario. Además, el reciente descubrimiento del tinte azul sintético suponía una revolución al hacer más baratas ciertas prendas. Por pura oposición y porque las niñas eran identificadas con la delicadeza del lujo (se empezaba a afirmar eso de que toda niña es una princesa) se empezó a utilizar para ellas el color más caro, pero rebajado para hacerlo más económico. Es decir, el rosa.

Y de momento la cosa no ha cambiado pese a que ya existen versiones sintéticas y baratas de todos los tintes. ¿Cambiará de nuevo esta identificación? Quién sabe... a lo mejor nuestros hijos empiezan a vestir de verde y nuestras hijas de marrón.

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El rosa es un color de chicos


A pesar de lo que se suele creer, el color femenino por excelencia ha estado históricamente vinculado a los hombres

AURORA VASCO
Una pareja vestida contraria a «la norma» de hoy en día: la mujer de azul y el hombre de rosa



No cabe duda: si es niño, todo azul; si es niña, todo rosa. Que el rosa es un color de chicas es algo sobre lo que hoy en día no se titubea, pero esto no siempre ha sido así. Existen varias teorías que defienden que el azul era el color femenino por excelencia y que el rosa estaba reservado a los hombres.

A lo largo de la historia, los tonos azulados se han vinculado siempre a las mujeres. No es raro ver cuadros de la Virgen o dibujos de princesas en los que sus atuendos reflejen este color. En el armario masculino, sin embargo, las gamas predominantes eran las rojizas: Jesucristo, los reyes o los emperadores han sido tradicionalmente representados vistiendo ropajes rojos. La capa de los emperadores romanos, por ejemplo, era de un rojo carmesí intenso, igual que las túnicas de los cardenales cristianos.

El matiz más suave de los tonos pastel hizo que se considerasen ideales para los bebésLa moda va cambiando con el paso del tiempo. En el periodo rococó, la corte francesa –que era la que en aquella época dictaba la moda– desarrolló su gusto hacia los colores pastelporque en ellos se reflejaba el «sentimiento vital de la aristocracia», desvinculándolos de los sucios trabajos de las clases inferiores. El arte de este tiempo recogió la nueva tendencia menos brillante y más suave de los colores pastel, y gracias a él se puede seguir el recorrido histórico-cromático a través de las prendas de vestir. No es casualidad que una de las amantes más famosas de Luis XV,Madame de Pompadour, se aficionara tanto a este nuevo estilo que le pusieron su nombre a un tono de rosa: el rosa Pompadour.




Madame Pompadour, de Boucher

Los pintores impresionistas continuaron la moda de los tonos menos intensos comenzada en el siglo XVIII. Por el matiz visualmente menos violento de ese tipo de colores se creyó que eran ideales para los bebés: las niñas vestían de azul pastel y los niños de rojo pastel, es decir, de rosa.

Así, los hombres vistieron de rosa hasta que comenzaron los grandes conflictos bélicos. Con el trascurso de las guerras los soldados de la marina y del aire se cubren con uniformes azules, momento en el que el azul se convierte en el símbolo por excelencia de las virtudes atribuidas a la masculinidad: valor, heroismo y fuerza.

Otras teorías apuntan su flecha a un periodo histórico mucho más antiguo que el rococó. Según los seguidores de estos estudios, que el color rosa se atribuya a las mujeres es un hecho que proviene de la Grecia clásica. Afrodita, diosa del amor y la fertilidad, se representaba pintada de color rosa. Los dioses del Olimpo eran representados en color azul, de donde provendría la moda actual que encasilla lo masculino dentro del azul y lo femenino dentro de lo rosa.

Curiosidades sobre el color rosa

La vie en rose. Cuando se piensa en el color rosa al cerebro sólo acuden buenos momentos y pensamientos bonitos: algodón de azúcar, ballet, glamour, gominolas. Quizá por eso casi todos los idiomas del mundo utilicen el rosa como sinónimo de optimismo. «Ver las cosas color de rosa» es una frase idónea cuando todos los deseos que se anhelan se van cumpliendo de acuerdo a los propios cánones, prácticamente el mismo significado que en francés tiene la expresión «la vie en rose». Los ingleses recurren al «think pink» cuando se quiere denotar esperanza y confianza en el futuro.

Prensa, novela y películas rosas. A pesar de la mala fama que tiene, en España se lee más prensa rosa o del corazón que información nacional. También la novela puede ir acompañada del adjetivo «rosa», y con ello se estará dando a entender que se habla de literatura erótica. El rosa es un color muy asociado a la industria del sexo, y en Japón incluso se llama «películas rosas» a las producciones porno.

El rosa no es un color de éxito. Ninguna victoria se asocia al color rosa porque no está considerado como un color de líderes. Únicamente en el Giro de Italia se premia al ganador con el maillot rosa, que adopta su tono de las páginas del periódico milanés que organiza la carrera –La Gazzetta dello Sport–.

«Si vis pacem, para rosa». El rosa está considerado como un color de paz. Cualquier elemento al que se vista de rosa se desnuda de violencia. Baste recordar el caso del mítico tanque rosa de la plaza Kinsky, en Praga, pintado por David Cerny. Según un estudio del American Institute for Biosocial and Medical Research de Tacoma, el rosa es un color ante el que nadie puede ponerse agresivo. En Lancashire (Inglaterra), llegaron a instalar fluorescentes rosas en las zonas más conflictivas de la ciudad para evitar reyertas.

Con el rosa a juicio. La Administración de Estados Unidos tuvo que regular los colores con los que se pintaban los vestuarios de los equipos de rugby. Los visitantes se quejaban de que siempre perdían cuando se instalaban en vestuarios pintados de rosa, a raíz de lo cual la norma exigió que el vestuario de los locales se tiñese siempre del mismo tono que el del otro equipo.


Fuentes
1era parte: Blog El país
2da parte: Enfolang 
3ra parte: ABC

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