Moda en los Museos: La princesa Sit- Hathor-Yunet en el Metropolitan de Nueva York
Cuando visité en el mes de enero pasado, el Metropolitan Museum de Nueva York, me paré a contemplar con detenimiento las numerosas salas dedicadas al arte egipcio. De entre todos aquellos hermosos objetos, llamaron poderosamente mi atención los complementos para el arreglo y adorno femenino. Era la colección de objetos funerarios que habían pertenecido a la princesa Sit-Hathor-Yunet, quien vivió durante el reinado de Sesostris II (1897-1878 a.C.) correspondiente a la Dinastía XII, durante el Imperio Medio.
Sala de arte egipcio. MET de Nueva york
En 1889, el arqueólogo Flinders Petrie localizó en la zona de el-Lahun, la cámara funeraria de la pirámide del faraón Sesostris II. Años después, en 1913, la British School of Archeology regresaba a el-Lahun con el objetivo de explorar las tumbas subsidiarias. Guy Brunton, ayudante dePetrie, pudo hallar bajo unos veinte centímetros de barro solidificado, la tumba de la princesa Sit-Hathor-Yunet, un auténtico tesoro integrado pordelicadas piezas de joyería, cofres, objetos personales de tocador, ypelucas. Todo el conjunto había sido depositado en grandes cofres de ébano, los cuales debido al paso del tiempo, se habían desintegrado casi por completo. Sin embargo, buena parte de su contenido se había preservado por estar elaborado con metales y piedras preciosas.
De arriba a abajo: Brazaletes. Cinturón de cabezas de leopardo.Tobilleras con adorno en forma de garra. Todas las piezas se componen de oro y amatistas. Ajuar de la princesa Sit-Hathor-Yunet. MET Museum
Brazalete de la princesa Sit-Hathor-Yunet. Oro, cornalina y turquesas. MET Museum
Joyero de la princesa Sit-Hathor-Yunet. MET Museum
Espejo de plata, oro y madera de la princesa..MET Museum
Caja de cosméticos de la princesa Sit-Hathor-Yunet. MET Museum
Recipiente para el Khol de la princesa. Oro y obsidiana. MET Museum
Recipiente para ungüentos de la princesa. Oro y obsidiana. MET Museum
Sin embargo, de entre todas esas maravillas pertenecientes al ajuar de Sit-Hathor-Yunet, me atrajo especialmente esta peluca adornada con 1.251arandelas de oro de diferentes tamaños. Por un momento, pude imaginarme aquella princesa de tez morena que vivió hace miles de años, adornando su cabeza con ella, vestida con un maravilloso kalasiris de lino blanco plisado, sus ojos maquillados con khol, y adornada conmaravillosas joyas de oro y turquesas. El conjunto debió resultar sumamente elegante...
Reproducción de la peluca de Sit-Hathor-Yunet . MET Museum
Aquellas arandelas de oro encontradas, se dispusieron en una peluca moderna, siguiendo modelos egipcios (pues la original no resistió el paso del tiempo), para que nos podamos hacer una idea del aspecto que tuvo en su época.
Parte posterior
Perfíl
La belleza y cuidados del cabello eran muy importantes en Egipto. Incluso, la manera de peinarlo indicaba el rango de la mujer, y si era soltera o casada. En muchas de las tumbas se han encontrado acondicionadores para el cabello, que se preparaban mezclando cera de abejas con resina. Las mujeres dedicaban gran parte de su tiempo a peinarse, se trenzaban o moldeaban el cabello con tenacillas para hacerse tirabuzones. Cuando el cabello era poco abundante, se añadían extensiones como hacemos hoy en día.
Fragmento del relieve del general Amenemonet (Imperio Nuevo, XVIII dinastía)
Los egipcios eran expertos fabricantes de pelucas, pues las usaban tanto hombres como mujeres. Debido a las altas temperaturas y la preocupación por la higiene, reyes y nobles se afeitaban la cabeza, y la cubrían en las ceremonias con pelucas confeccionadas con lino teñido o cabello humano.
Peluca de trenzas de cabello humano sujetado en la parte superior con una cuerda. Las trenzas fueron tratados con cera de abejas yuna capa de grasa animal cubre la totalidad de la peluca. Dinastía XXI. MET Museum
Las mujeres egipcias las empleaban dejando sobresalir mechones de su cabello natural. Algunas pelucas del Imperio Antiguo y Medio, se decoraban con arandelas de oro como las de la princesa, otras con flores y cintas, y otras lucían tres trenzas; dos a ambos lados de la cara, y la tercera detrás, como si fuera una coleta. Aunque fueron adoptando diversos estilos según cambiaba la moda a lo largo de los siglos. Así, en el Imperio Nuevo solían ser de cabellos rizados.
Las damas de la nobleza y las reinas egipcias fueron muy cuidadosas con su aspecto personal, pues su maquillaje y peinado formaban parte del boato erótico. Las pelucas eran objetos muy valiosos, por eso al caer la noche, los esclavos las colocaban cuidadosamente en el portapelucas, para cepillarlas y recomponerlas. Se sabe que Cleopatra poseía decenas de ellas con diferentes peinados y tonos de cabello distinto.
Leonor Varela en el papel de Cleopatra. Debajo del tocado, luce una peluca con dos mechones laterales
Lindsey Marshal en el papel de Cleopatra, con peluca rubia formando tirabuzones
Liz Taylor, icono de las Cleopatras del cine, con peluca negra formando mechones sujetos con adornosde oro
Fuentes consultadas:
François Boucher: Historia del Traje en Occidente
Web "Amigos de la egiptología"
Fuente: Historia de la moda y los tejidos
Antropóloga - UCV
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