La tecnología LiDAR encuentra la “Ciudad Blanca” en Honduras
La selva de Mosquitia, en
Honduras, ocupa unas 32.000 millas cuadradas (según nos muestra Google
Maps) de zona inexplorada salvaje y hostil en donde, según cuenta la
leyenda, se encuentra en algún recóndito punto la “ciudad de oro” o “Ciudad Blanca”, que los arqueólogos al fin creen haber localizado.
La Universidad de Houston y el Centro Nacional de Cartografía Laser Airbone han elaborado un mapa topológico en 3D que muestra un emplazamiento rodeado en rojo.
En la Conferencia Anual de la Unión Geofísica Americana celebrada el pasado día 15 de mayo en Cancún (México), se han congregado arqueólogos, antropólogos y geólogos para presentar la tecnología que les ha permitido descubrir “la ciudad perdida” en Honduras
gracias a una tecnología basada en detección de luz en el aire (LiDAR)
que les ha permitido localizar un grupo de pirámides y plazas que han
permanecido ocultas durante siglos.
El conocimiento de la “ciudad de oro”, también denominada Ciudad Blanca, data de referencias hechas por Hernán Cortés en una carta al emperador español Carlos V en 1526,
aunque éste nunca llegó a encontrarla y mucho menos, el oro que decía
contener. Las referencias continúan con Theodore Morde, aventurero
americano que dijo encontrar “la ciudad perdida del dios mono”, donde
los indígenas adoraban a enormes esculturas con forma de simio,
continuando con Charles Lindbergh, el primer aviador que cruzó el
Atlántico y creyó vislumbrar “una metrópoli antigua increíble” en la
zona de selva y que murió en un accidente antes de poder revelar la
ubicación.
Steve Elkins, un cineasta y arqueólogo aficionado de Los Ángeles, consiguió el apoyo de inversiones privadas para la financiación de la cartografía LIDAR de la selva en 2012,
para la que los investigadores sobrevolaron durante una semana 60
millas cuadradas de Mosquitia con aviones equipados con scaner láser
(valorados en 980.000 euros) que, mediante miles de millones de disparos
láser, crearon un mapa digital 3D de la zona.
Elkins empezó a interesarse por la
leyenda en 1990 cuando viajó a Honduras en un intento fallido de
encontrar las ruinas de la Ciudad Blanca, y que ahora tras la
investigación afirma que: “Me cautivó la historia y decidí esperar
la llegada de alta tecnología especializada en la búsqueda para no
caminar sin rumbo por la selva. Dos décadas más tarde, se ha presentado
la oportunidad”.
Los principales arqueólogos del proyecto, Christopher Fisher y Stephen Leisz, aunque no hayan desvelado la ubicación exacta
de la ciudad pérdida por temor a saqueos, nos revelan que probablemente
dicha ciudad prehispánica estuviera más desarrollada en esos tiempos
pasados que las demás ciudades de la región, ya que contaba con
pirámides, calles pavimentadas y un sistema de riego avanzado.
Para concluir, la investigación con tecnología LIDAR ha recogido más datos en una semana que cualquier investigación terrestre en diez años,
lo que supone un gran avance tecnológico en el campo de la arqueología.
Ante estos avances, Elkins pretende una exploración profunda del
emplazamiento en otoño y grabar un documental sobre el proyecto que se
está llevando a cabo.
Fuente: redhistoria
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