EL NAUFRAGIO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO REVELA UNA INCREÍBLE CARGA.
Publicado por SONIA BARJA el enero 9, 2013 a las 5:17pm
Una década de investigaciones arqueológicas dentro de lo que se reconoce como el conjunto de restos náufragos más antiguos del mundo ha revelado una abundante variedad de tesoros antiguos. El sitio fue elegido por la revista Scientific Americancomo uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo XX.
Luego del casual descubrimiento, George F. Bass y Cemal Pulak del Instituto de Arqueología Náutica desarrollaron excavaciones entre 1984 y 1994. Dada la complicada ubicación de los restos, sobre un fondo rocoso de empinada pendiente situado a 50 metros de profundidad, el tiempo para cada buceo debió limitarse a 20 minutos por buzo, dos veces por día. En total, se llevaron a cabo 22.413 descensos durante el tiempo de las excavaciones.
El barco transportaba más de veinte toneladas de carga en el momento de su hundimiento, compuesta tanto de materias primas como de productos manufacturados. Un cuidadoso mapeo de la distribución de los objetos permitió a los excavadores distinguir entre la carga y las pertenencias personales de los tripulantes. La carga incluye artículos de por lo menos siete culturas diferentes, incluidas Micénica (griega), Siro-Palestina (antecesores de los fenicios),Chipriota, Egipcia, de Kassite, Asiria y Nubia.
La carga principal estaba constituida por diez toneladas de cobre chipriota en forma de 350 lingotes “cuero de buey”, así llamados por su forma que se asemeja a la de un cuero de buey seco y extendido, que facilitaba su manipuleo y transporte.
También había abordo una tonelada de estaño en lingotes, de origen desconocido. Cobre y estaño estarían probablemente destinados a su aleación para la producción de bronce.
Presentes a bordo también, se encontraron los lingotes de vidrio intactos más antiguos conocidos. Había 175, de forma discoidal, algunos de color turquesa y otros azul cobalto.
Asimismo, se recuperaron cerca de 150 jarras cananeas con un total de mil kilos de resina de terebinto, posiblemente utilizada para preparar incienso, aunque también es probable que se haya tratado de vino, con el agregado de la resina para preservarlo del desarrollo de bacterias.
Entre los objetos más exóticos encontrados a bordo, destacan troncos de ébano originarios de Egipto, colmillos de elefantes y dientes de hipopótamos (para crear incrustaciones de marfil), caparazones de tortugas (para su utilización en instrumentos musicales similares al laúd), cáscaras de huevos de avestruz (utilizadas como recipientes) y cuentas de ámbar del norte de Europa (Báltico)
Entre las pertenencias personales de los tripulantes se encontró un escarabajo de oro con el grabado del cartucho real de Nefertiti. Se trata del único sello conocido de quien fuera esposa del Faraón Akenatón, y actualmente se exhibe en el Museo de Arqueología Submarina Bodrum en Turquía, junto con otros artefactos obtenidos en el lugar del naufragio.
Otros elementos de la carga incluyen piezas de joyería, armas, artes de pesca, herramientas, alfarería, pesas con forma de animales y rastros de alimentos, incluidos nueces, higos, aceitunas, uvas, granadas, especias y granos carbonizados. También se halló un pequeño díptico (tabla de madera plegable para escrituras) que podría haberse convertido en el libro más antiguo del mundo, si no fuera por el hecho de que su superficie de cera –sobre la que se escribía-, no logró sobrevivir.
En cuanto a la embarcación, tenía 15 metros de largo y es el ejemplo más temprano conocido de barco construido con la técnica de acoplamiento con caja y espiga, donde las tablas se unían con lengüetas de madera insertas en muescas hechas en las mismas tablas.
La datación por dendocronología de una rama de leña fresca encontrada a bordo del barco, ubica el hundimiento del buque en cercanías del año 1306 AC. Esta fecha se ajusta bien a la presencia del sello de Nefertiti, cuyo esposo reinó durante la mitad del siglo XIV AC.
Los arqueólogos estiman que el buque navegaba desde el este hacia el oeste frente a la costa del Mediterráneo, cuando encontró su destrucción frente a la ribera de Uluburun.
La ruta de navegación comercial más probable para el buque era desde la costa del Levante, hacia el oeste hasta Chipre y la costa del sur de Turquía, de allí a Creta o aun Grecia, antes de poner rumbo sur hacia el norte de África y Egipto, para retornar al Levante mediterráneo.
Aunque amarga la fortuna para la antigua tripulación del barco,el descubrimiento de tan bien preservado conjunto de asombrosos artefactos, ha sido un golpe de suerte para la arqueología en nuestros días, rebosante de información acerca de los pueblos del pasado.
Por Robyn Antanovskii
Adaptado al español por NUESTROMAR. Fuente Heritagedaily
Fuente: Historia y Arqueologia (Vía Nuestromar)
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Iv. Cruz
Antropóloga, UCV
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