Una científica asegura que los islamistas radicales se pueden tratar igual que a enfermos mentales

Para la polémica...





Las declaraciones de esta científica han provocado controversias en su entorno


Kathleen Taylor, científica e investigadora de la Universidad de Oxford, ha asegurado recientemente, en una información recogida por el Daily Mail, que los fundamentalismos religiosos como los que profesan los islamistas radicales pueden ser tratados de la misma forma que si fueran enfermedades mentales.

Pero además de esta tendencia a la radicalización también se pueden tratar otro tipo de comportamientos, como los de aquellos padres que pegan a sus hijos."Creer que es bueno pegar a los hijos no se suele considerar una enfermedad mental", añade.

La científica ha asegurado además que "podríamos empezar a tratar a alguien que se ha radicalizado no como una persona que ha tomado una opción personal sino como alguien que tiene algún tipo de trastorno mental". La científica, que ha despertado cierta controversia con sus afirmaciones, ha indicado que esto también se podría aplicar a los casos de abuso de menores.
El lavado de cerebro no es cosa de Hollywood, se da en el día a día de los terroristas radicales

La creencia es más importante de lo que la gente cree y los lavados de cerebro son más consistentes y reales de lo que Hollwyood pueda expresar en series como Homeland. Los expertos consideran que en base a una creencia la gente hacer las cosas más extrañas y moralmente repugantes si a eso se añade un lavado de cerebro.

En un nivel, la creencia es capaz de proporcionar un marco moral, que es bueno y gratificante para el individuo, pero también puede haber un lado oscuro que puede llegar a ser devastador. La creencia puede manifestarse como un prejuicio hacia el otro o convencer a alguien de matar a otros en nombre de una causa política. El lavado de cerebro que tanto vemos en las películas puede ser una realidad.

Kathleen Taylor ha publicado libros como La Supremacía del Cerebro o Lavado de cerebro en los que deja claras algunas de estas teorías que ponen los pelos de punta. Hay gente experta, y la hay que está creando una especie de ejército de fanáticos islamistas (pero no tienen por qué ser solo de esta corriente) que bajo la suficiente presión y trabajo mental creen que la mejor solución en sus vidas, que su mejor logro puede ser inmolarse o matar al enemigo (previamente fabricado) a plena luz del día y con ¡orgullo!

"La creencia ha sido el componente más poderoso de naturaleza humana, confiesa Peter Halligan, psicólogo en la Universidad Cardiff. Taylor cree que en la cultura occidental, la mayor parte de nuestras necesidades físicas están aseguradas. Tenemos un nivel de lujo y civilización que es bastante sin par. Esto favorece que en nuestro cerebro haya muchas más mucho más ocio y más espacio en nuestras cabezas para el pensamiento. Pero en las sociedades en las que lo más importante es la supervivencia o que vive las presiones, ideas, opciones y preferencias cambian".

Taylor asegura que hay gente experta en lavar cerebros y los hay lo primero que hacen es alejar a su gente de sus seres queridos, el aislamiento por su bien es esencial. Hay que controlar lo que se ve, se lee y se piensa, por eso es tan importante marcar normas estrictas, prohibiciones, reglas morales que en otras sociedades chocan. Todo debe estar interpretado por un pensamiento ideológico. Así Occidente será presentado con un elenco de maldades, machaconamente. Al mismo tiempo hay que hacer sentir al radical poderoso y hacerle formar parte de un grupo en el que por el bien de todos pueda ser sacrificado. Por eso cree que el islamismo radical tiene cura.



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